viernes, 29 de febrero de 2008

Vacaciones Familiares


Me rindo.
Me frustra demasiado.
Así que... lo que sea.


Vacaciones 2008.
Específicamente La Serena, debo admitir que de antes me acuerdo muy poco.
Cada vez que voy, pienso saber lo que me espera, una vez allá siento que estoy en un lugar que realmente conozco, y cada vez que vuelvo, me invaden los pensamientos suicidas.
Es impresionante cómo un lugar puede hacerte sentir tan a gusto, tan bien contigo mismo, tan bien con las demás personas. Probablemente se deba a la transformación que sufre mi mamá y se vuelve una persona completamente liberal que le encanta que yo fume, que tome, que lo haga al lado de ella.
Loco, pero ya me acostumbré, lo malo es que después viene la transformación en la capital, para volver a ser uno de los seres más controladores que conozco.
En fin, La Serena.
No sé cómo es que carretiar prácticamente todos los días, chupando como imbécil hasta las 6 de la mañana durante casi un mes puede hacerme sentir tan bien, de nuevo, debe ser la sensación de ser una persona casi libre.
Y lo mejor de todo, es con mi familia.
Sé que durante el año el contacto con mis primos hermosos y maravillosos es bastante escaso, pero una vez que llega el verano, mi celular se ve registrando llamadas sólo de ellos.

Eso sí, me gustaría poder decir que no me falto nada por hacer, que no hubo nada que no me permitiera hacer lo que quería, me gustaría no haber visto a cierta gente, o mejor dicho, me gustaría que no me hubiese importado tanto.

Pero bueno, sólo un año más, y a La Serena nuevamente.

Oh yes!

¿ . ?

Qué raro.
Creo que nunca me había pasado antes.
Creo.
Sencillamente no encuentro las ganas de escribir algo acá o en los millones de cuadernos que tengo asignados para guardar mis pensamientos, cosa que durante mucho tiempo fue mi adoración.
Leo y leo los blogs de mucha gente, me encanta leer sus ideas, y por cada frase que leo nacen millones de opiniones en mi cabeza y generalmente, al final de cada lectura, siento que aprendí algo.
Pero no logro escribir nada.
Sé que soy muy llevada por el pesimismo.
¿Será que por fin me siento bien?
Espero.
Si no es eso, me preocuparía.


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