martes, 29 de julio de 2008

pum

"Pegarse un tiro debería ser tan fácil como lavarse los dientes."


¿Pegarse un tiro debería ser tan fácil como lavarse los dientes?
No creo.
Si fuera así, quedaría pura gente con mal aliento en este mundo, qué tragedia.
Qué tragedia.


.

flkañjdfak

Psicóloga: bla bla bla y te carga mostrarte porque no te gusta sentirte vulnerable, como si te diera miedo, y puede ser porque en algún momento quizá estuviste expuesta pero no había alguien te escuchara, ¿te suena?
Yo: no.
Psicóloga: ¿segura? piénsalo.
Lo pienso, luego existo, luego respondo:
Yo: no.


Después llego a mi casa y sigo pensando.
Y puede ser.
Pero no puedo creer que haya sido tan perjudicial.
Ya, si fue cuático para mí, pero también es verdad que nunca, antes o después de ti, me he sentido cómoda exponiéndome, pero ahora me dicen que quizá tienes algo de culpa, que quizá influiste para que yo llegara a estar tan cagado como estoy ahora.
Y todo me calza.

Igual, no sé de qué me sirve saberlo ahora.
Igual, sé que la culpa no es tuya.


.

sábado, 19 de julio de 2008

Dentro de mi lista de cosas que tengo que hacer: HACER

Pienso lo que quiero.
Siento lo que quiero.
Siento lo que pienso.
Pienso lo que siento.
Quiero lo que pienso.
Quiero lo que siento.
Quiero lo que quiero.
Hago...


.

OO

Me da miedo cerrar los ojos, y que al volver a abrirlos ya no estés.
Que cada vez que mis párpados se junten, exista la posibilidad de que desaparezcas.



.

jueves, 17 de julio de 2008

Sí, no, mejor que no, ya bueno ya

Me ocurrió algo impactante que ha cambiado mi vida para siempre.
No, en verdad no, es broma.
Pero sí me hizo reflexionar.

Figuraba yo en el mall, sección zapatos, obvio, sentada probándome mis hermosas y maravillosas botas amarillas obviando los simpaticones (sin sarcasmos) comentarios de mi mamá acerca de que iba a parecer pescador o bombero, cuando se acerca una loca con la que supongo era su mamá y agarra y levanta el par de mi bota, que estaba sobre una mesita que me tapaba los pies, o sea, que ellas no podían ver lo que yo me estaba probando, en fin, la cosa es que toma el par mi mi hermosa bota y le dice a su mamá en tono burlesco: "¿Y si me llevo esto?", y la mamá le dice: "No son tan feas, pero no son tu estilo", a lo que la hija le responde: "Obvio que no, son como estilo Bob Esponja", y se van.
Mi mamá me mira y se ríe.
En realidad no dijeron nada pesado ni de una manera despectiva, o quizá es que yo prefiero que a la gente no le guste lo que uso, así nadie más lo va a usar, pero la cosa es que me quedé pensando.
Sí, luego de comprar mis hermosas y maravillosas botas encontré espacio dentro de mi fascinación y alegría para pensar en otra cosa.
Qué fácil es pasar a llevar a las personas sin siquiera proponérselo.
Por ejemplo, si yo fuera una persona a la cual le importa la reacción que tengan los demás frente a su vestuario, el simple e inconsciente diálogo entre esa madre y esa hija podría haber hecho que yo no me comprara mis hermosas y maravillosas botas, y no habría sido tan feliz como lo fui al llegar a mi casa a ponérmelas. Sí, un gran daño a lo que es mi felicidad.
Y ahora vienen las siguientes preguntas:
¿Cuántas veces le habré hecho daño a alguna persona sin siquiera haber pensado en la posibilidad de hacerlo?
¿Qué tanto puedo llegar a influir en la vida de una persona sin proponérmelo?
O, ¿cuántas personas han influido en las decisiones que he tomado sin que yo me de cuenta?
O sea, estamos todos súper híper dúper requetecontra conectados.
Pero, supongo que lo que más importa es el poder de decisión que tenga cada uno, ya que al final, es cada uno el que lo hace, el que decide.



Ok, esto terminó siendo más una oda a mis botas que una reflexión acerca de la inconsciencia de las personas frente a la influencia de éstas mismas, entre éstas mismas... pero filo, es que las amo demasiado.


.

sábado, 12 de julio de 2008

Gran clasificación

Existen muchos tipos de personas.
Los viejos, los jóvenes, los chicos, las guaguas, lo muy guaguas, lo muy viejos, los gordos los flacos, los feos, los bonitos, los altos, los bajos.
Los que se comen las uñas, los que no, los que tienen el pelo negro, los que lo tienen café, los que lo tienen rubio, los que lo tienen rojo.
Los chillones, los gritones, los llorones, los mamones, los pesados, los emotivos, los irritables, los insensibles, los imbéciles.
Los que toman decisiones acertadas, los que no lo hacen, lo que no piensan en eso.
Los que discriminan, los que aceptan y acogen.
Los preocupados, los despreocupados, los solidarios, los ambiciosos, los avaros, los egoístas, los generosos.
Los que hacen caso, los que hacen lo que quieren, los que no quieren escuchar.
Los que piensan en los demás, los que sólo piensan en sí mismos.
Los que me caen bien, los que no.
Los que me caen bien a veces, los que me caen mal a veces, los que no soporto, los que quiero, los que en verdad son una mierda.
Los que se arriesgan, los que no, los que esperan, los que lo hacen por siempre, los que se sacrifican.
Los que quieren algo, los que quieren otra cosa.
Los que quiero y los que no.
Los que me importan y los que no.

...
Finalmente existen sólo dos tipos de personas:
Tú, y todo el resto.



.

jueves, 3 de julio de 2008

Lo prometo, es demasiado

Una vez estaba en no sé qué lugar con una prima chica viendo no sé qué canal y no sé qué programa, ya que era ella la que puso la tele, en fin, la cosa es que en el capítulo que vimos de este desconocido programa, mostraban a un loco que debe haber tenido mi edad, que no quería darse un beso con nadie, y eso que su mejor amigo le conseguía unas minas preciosas y bla bla bla. Bueno, finalmente termina confesándole a su amigo que jamás había dado un beso, y que no pretendía hacerlo con nadie más que no fuera una niña con la que había hecho una promesa de que ellos serían su primero beso, pero cuando fueran más grandes, ya que en el momento en el que hicieron la promesa tenían como 5 años o algo así. No se vieron nunca más, pero él seguía fiel a su promesa.
Al final el amigo busca a la niña de la promesa para que le de el beso a su amigo y que así éste se liberara de la "estúpida" promesa.
Cuando se encuentran ella le dice que es un ser hermoso por no haber roto su pacto, y que ella tenía novio, y el loco este reacciona ingenuamente diciéndole "Ah, qué comprensivo tu novio que le da lo mismo que no lo beses, ya que me estabas esperando.". Please, quién puede ser así.
En fin, se dan su beso y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Ya, ahora viene la parte en la que me pregunto qué puta imagen de la realidad le quieren dar a los niños que ven ese programa.
O sea, por favor, nadie puede.
Sinceramente, ¿es posible que hoy en día un hombre adolescente, que además era mino, siguiera esa línea?
Perdón, pero es estúpidamente iluso.
Ajjj, me da rabia.
No sé por qué.
Quizá es que quiero culpar a estos estúpidos programas de lo que me pasa a mí, de que yo tienda a construir mi realidad perfecta en mi cabeza, e ilusamente crea que puede llegar a suceder...

Bueh,
no sé en verdad.


.