martes, 27 de mayo de 2008

¿Nunca?

Increíble.
Creo que estoy empezando a entenderme.
Creo que estoy dándome cuenta de que así no voy a llegar a ningún lado.

Empieza con una de las ya acostumbradas conversaciones con una de mis amigas acerca de, obviamente, sólo sus problemas, y yo, que me caracterizo por escuchar a la gente, porque sí, me encanta, y por tener generalmente el mejor consejo, me veo haciendo una vez más prácticamente de psicóloga, y de repente me doy cuenta de que estas sesiones me estaban dando la solución que he estado buscando hace ya bastante tiempo.

Juanita: Es que no sé qué hacer, bla bla bla...
Yo: Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. Las cosas no van a pasar solas. No es sensato que esperes que esas cosas pasen si tú no las alientas a suceder, tienes que impulsar los cambios, a las demás personas, si no haces nada, nada va a pasar.

Y así un sin fin de ideas que abordan el tema de que sólo dependía de ella que las cosas sucedieran como ella quería.
Y mierda, me doy cuenta de que todo depende de mí, que ni una de las cosas que quiero que sucedan lo van a hacer si yo no hago nada, me doy cuenta, mierda, está tan claro, tan claro, es como si me entregaran la solución en bandeja de plata.
Pero me falta algo, sola no puedo, necesito que esta solución venga junto con un poco de coraje, un poco de confianza en mí misma, un poco de actitud, un poco de lo que me falta como para dar un primer paso.
Y me doy cuenta que la bandeja no cuenta con eso, y me doy cuenta que estoy resignándome a esperar que la otra persona de el primer paso, para yo poder dar el segundo, y así como siempre, irme a la segura.

El problema es que seguramente, nada de eso suceda.


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viernes, 23 de mayo de 2008

Siempre

¿Crees que no reparé en ese detalle?
¡Sí lo hice!
Y vieras cómo pensé en eso.
Y eso es lo peor.
Que jamás dejaría de seguirle, de pensarle.
Que me encanta hacerlo.
Y que no podría decirlo ahí, que necesito ser el segundo paso, no el primero.
Que sólo puedo dar el segundo paso, o quizá el tercero, o el cuarto, o el quinto, pero el primero jamás.
Miedo al rechazo definitivamente.

Qué vergüenza.


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miércoles, 21 de mayo de 2008

Tampoco lo recuerdo muy bien

Anoche soñé contigo...
Y no, no soñaba que te besaba.
Sólo era... algo demasiado distinto a lo que es en realidad, o quizá no tanto... supongo que depende del punto de vista del que sea percibido.
Del mío, comparado con lo que hay en mi imaginación, no se alejaba tanto.
De lo que es en realidad, no podría decirlo con claridad, muy difícil establecer algo así ahora.
Y desde tu punto de vista... creo que si supiese cuál o cómo es, no estaría pensando todo esto.

Eso sí, fue un lindo sueño, gracias por eso.


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miércoles, 7 de mayo de 2008

Taller Guión y Cortometraje 2

Elabore un texto dramático, donde se desarrolle un conflicto (A quiere algo y B quiere otra cosa) en una sola escena.

Mi octavo intento, y por fin.

A: Mamá… tengo que hablar con usted.
B: ¿Por qué? ¿Pasó algo grave?
A: No, nada…
B: Entonces dígame.
A: Es que… no quiero que se lo tome mal, porque usted sabe que yo la quiero mucho, que aprecio todo lo que ha hecho por mí, y que siempre le voy a estar agradecida.
B: Bueno, usted sabe que a mí me encanta darle en el gusto, lo que sea por su felicidad.
A: Entonces yo creo que me va a entender y me va a apoyar con el paso que quiero dar ahora, porque es algo que he meditado mucho, y que creo que es muy importante.
B: Ay mijita no me asuste.
A: No mamá, no se asuste, si no es nada grave.
B: ¿Segura?
A: Sí mamá, segura.
B: ¿No se quiere casar con el pololo suyo ese?
A: ¡No mamá! ¿De dónde sacó eso?
B: Ay, es que si usted se quiere casar con él en verdad creo que tiene que pensarlo mucho porque yo no lo encuentro a él un buen cabro… siempre tiene cara de sueño, como si anduviera drogado… no sé, no me extrañaría si traficara drogas… No hija, definitivamente no es un buen partido, no se case con él ¡por favor!
A: ¡Mamá! Ya le dije que no me quiero casar, y mi pololo no es ningún drogadicto. ¿Ahora puede escucharme?
B: Ay qué bueno… Ya dígame.
A: Es que… me quiero ir de la casa.
B: … ¿Qué?
A: Que me quiero ir de la casa.
B: ¡¿Usted está loca?!
A: No mamá, escúcheme
B: Ah no, ya sé lo que pasa acá, tú te quieres ir de la casa para irte a vivir con tu pololo, seguro te embarazaste, y como ahora ustedes se creen tan modernos, creen que pueden tener hijos así no más, pero no, no es tan fácil, y menos si el papá de la guagua es un drogadicto… Mira, tú puedes tener el hijo y nos arreglamos, pero no tienes por qué dejar de lado tus estudios e irte a vivir con el drogadicto de tu pololo, yo te puedo ayudar…
A: ¡Mamá! ¡Ya cállese! Déjese de hablar estupideces y escúcheme lo que le quiero decir.
B: ¿No te quieres ir con tu pololo?
A: No mamá.
B: ¿Y tampoco estás embarazada?
A: No mamá, tampoco.
B: Ah… ¿entonces? ¿Por qué quiere irse de la casa?
A: Porque creo que estoy grande mamá, ya voy a terminar la universidad, yo tengo mi plata, puedo arrendarme algo yo sola…
B: ¿Sola? ¿Usted pretende irse a vivir sola?
A: Sí, es que yo creo que sería mejor porque yo necesito estar sola un tiempo, necesito independizarme, he vivido toda mi vida en esta casa con usted y mis hermanos… en verdad me vendría bien irme sola.
B: Sí, sí… ¡Tú estás loca! ¿Cómo pretende irse a vivir sola? ¿Y los ladrones, los violadores… y los drogadictos?
A: Ay mamá, yo sé cuidarme sola.
B: Sí es verdad, sí sé… pero es que mijita… usted no puede mandarse a cambiar así como así… ¿quién me va a ayudar a mí con sus hermanos, con el aseo de la casa?
A: Mamá, en esta casa hay nana puertas adentro, ella se puede hacer cargo perfectamente del aseo y de mis hermanos.
B: Claro, déjele todo a la nana, si usted se va yo ya no la voy a ver más, usted va a hacer su vida y se va a olvidar de nosotros.
A: No diga eso, usted sabe que por nada del mundo me olvidaría ni de usted ni de mis hermanos.
B: Ay… ¿acaso nos va venir a ver alguna vez en la semana?
A: Pero obvio que sí.
B: Sí, seguro…
A: Sí mamá, seguro. Ustedes son demasiado importantes para mí, obvio que los voy a echar mucho de menos, no me voy a aguantar las ganas de verlos.
B: ¿Entonces no se quiere ir porque la aburrimos?
A: No mamita, eso nunca.
B: Ay mi amor, es que usted no sabe la pena que me da que se vaya…
A: A mí también, pero le prometo que al final va a ser mejor, va a tener un hijo menos del que preocuparse, y nos vamos a seguir viendo.
B: La voy a extrañar mucho…
A: Yo igual mamá.



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martes, 6 de mayo de 2008

La Oposición

"Si no puedes contra ellos, úneteles."


Puede ser.
Pero no.

Me rehuso total y completamente a aceptarlo.
¿O es que acaso de pronto la mayoría está bien y soy yo la que alucina?
No puede ser, así de simple.
Una cosa es que cada vez se acepte más toda la imbecilidad presente en el mundo, pero otra es que ésta sea lo correcto.
Me rehuso a dejar de llevar la contra, me rehuso a unirme a toda la maldita superficialidad que abunda como si nada en las personas.
Me rehuso a fijarme en alguien porque tenga auto, me rehuso a empezar a considerar a alguien un buen partido, o un buen material de novio basándome en si sus características físicas son lo que se pueden llamar atractivas.
Así mismo, me rehuso a considerar como otro buen partido a alguien que tiene como meta en la vida irse a vivir a una isla, fumar marihuana todo el día, vivir de vender conchitas bonitas, alimentarse también de éstas, y tener sexo con el primer huevón, que considere mino, que se te pase por delante, y esto, porque es su propia visión de lo que es la felicidad.
Por favor, no puedo estar tan mal.
Claro, mi visión de la felicidad no es estar metida 9 horas en una oficina para después ir a buscar a la cabros chicos al colegio, o quizá no por ahora, y por eso mismo, no sé cómo ni dónde chucha me veo en 15 años más, pero eso tampoco quiere decir que sea una fiel seguidora de esto del "Carpe Diem" y me mande cagazos cada segundo que vivo sólo porque estoy "aprovechando mi presente", no, por favor.
¿Dónde quedó el concepto de cordura?
¿Dónde quedaron las personas cuerdas, las personas con ambiciones?
Al fin y al cabo, son las ambiciones, o si quieren que suene más mágico, los sueños, lo que mueve al mundo, lo que mueve a las personas.
Ok, toda esta fantasía de irse a vivir a la islita puede ser una ambición, personal, pero lo es.
¡Pero por favor!
Es que sencillamente, no puedo comprenderlo.
Entiendo el punto de vista, lo comprendo, no sé si puedo respetarlo, y definitivamente no lo comparto.
No puedo, no puedo dejar de luchar y unirme a todo esto delirio universal.
El problema es... ¿qué chucha hago entonces?
¿Vivir amargada? ¿Ser autista? ¿Matarlos a todos?
No puedo, tampoco puedo.

No sé adónde quería llegar con esto, pero creo que sólo me queda esperar, no, mejor buscar a las personas que sí están interesadas en surgir, en descubrir, en aprender.


"Si no puedes contra ellos, y confías plenamente en ti, no dejes que te metan mierda, sí, mierda, en la cabeza, no te unas, no seas parte de algo que no te nace, que no consideras correcto."

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Última Noche

Mesa. Silla. Suelo con cuadraditos. Empanada de machas, no, empanada con machas. Televisor. Coca-Cola. Cartera. El Alemán. Papas fritas divididas en dos. Coca-Cola. Coca-Cola. Coca-Cola. Cartera. Cartera. Cartera. La Picada. Comida Árabe. Gigantes con Vivi. Willy Sabor. Viejo culeado fome. La Vivi. Karinazo con arito en la lengua. Celular de Ángel. Zapatilla con manjar de Ángel en el pie de la Morena. Ganó el viejito. El huevón que lo único que hace son ruidos de animales silbando. 43,85%. El señor desubicado. Pajita, no, bombilla. Otra Bombilla. Pollos Asados. AlmaMar. Macha queso. Ketchup. Sushiworld. Baños. Tambaleo. Lápiz. Cuaderno. Hojas. Coca-Cola subiendo por una bombilla mordida. En vivo y en directo. Arito de la lengua. Pelotita del piercing perdida. En cuatro buscándola. Pelotita del piercing perdida encontrada. Pura suerte. Sentadas, pensado, viendo, respirando, existiendo. Ángel, Karinazo, Coti, Chubi. Algarrobo, Chile. 03/Mayo/2008.



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