martes, 21 de septiembre de 2010

Sin reglas

Todo ocurre
y a todo le encanta pasar.
Finalmente, todo termina pasando.

El tiempo, pasa
irremediablemente.
Y con cada momento que pasa
al antes
y al una vez
va intentando ayudar(nos)
a pensar
analizar
recordar
perdonar
olvidar
y sanar.

Por suerte, las lágrimas no se nos acabarán nunca.
Tal como ella
que no tiene límite de tiempo
ni de espacio, pese a haber pertenecido a ambos.
Los supera con creces.
Ella ocurre, pasa, y jamás tendrá un "finalmente".

Siempre será una sonrisa
Una
incesante, incansable, permanente, contagiosa, desmesurada y única carcajada.

Un interés.
El interés más desinteresado
el más de verdad.


Y ahora
es como si estuviéramos acá
más que para crear momentos
para recordarlos.
Como si todo se tratara de estar en un constante anhelo
de lo que ya ocurrió.

Por suerte
ella nunca termina.


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