y en muchas ocasiones desfavorable,
que, aunque tengamos todo el lenguaje a nuestra disposición,
a veces
(o que sean tantas las veces)
que nos cuesta tanto llevar algo a las palabras.
La dificultad de ponerle nombre a un sentimiento
o de llamar de tal manera un afecto,
sin embargo,
puede resultar más lindo aun.
Más puro
y más de verdad.
Pero si no hay convencimiento de por medio
no sé adónde va a parar eso tan lindo
y tan de verdad.
Se me pierde.
Y no sé si quedarme persiguiendo eso que se arranca
o intentar conformarme con un montón de cosas que no puedo definir
que no sé qué significan
y que parece que están aquí para confundir.
.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario