martes, 13 de octubre de 2015

Del primero de septiembre por el treinta y uno de agosto

Me crucé hace poco con un MARAVILLOSO ejercicio espiritual que le viene muy bien a este momento: Cuáles son mis 24 + 1 lecciones aprendidas en 24 años + un día.

1. Un aprendizaje es también una decisión.
2. Y no basta con tomar una decisión importante una sola vez. Para que sea transformadora hay que volver a tomarla, todos los días. 
3. Ah, y la pena no tiene por qué ser un indicador de malas decisiones.
4. Así como un ciclo no necesariamente va a ser circular. Ni el equilibrio una racionalización en partes iguales. 
5. Es que “qué”, “cómo” y “por qué”, funcionan mejor articulados que cuando nos calentamos la cabeza intentando dilucidar cuál es el más importante.
6. Además que hay misterios que probablemente no vayamos a resolver. 
Pero eso no quiere decir que no valga la pena aventurarse en ellos.
7. Las palabras importan: no es lo mismo que algo valga la pena a que valga la alegría.
Ni tampoco morir por algo que vivir por ello.
8. ¿Qué haría si supiera que estoy muriendo?
En realidad, todos estamos muriendo. Pero también podemos decir que estamos viviendo. 
9. Y a través de una misión, la vida eterna es un hecho. 
10. Ojo que todo es una potencial metáfora.
11. El contexto: importantísimo. Reconocer el contexto es casi sagrado. 
La cosa es que un lugar puede ser un espacio, un tiempo, un pensamiento, una emoción, una persona. 
12. No hay nada que pueda hacer una persona, que anule su dignidad.
13. Pero la indiferencia definitivamente la hace tambalear.
14. Y es que, el que no sea nuestra culpa no quiere decir que no sea nuestra responsabilidad. Todos somos imprescindibles.
15. No basta con no tener malas intenciones. También hay que tenerlas buenas. Ser cruel no está bien.
16. Todo es real.
En algún lugar, en alguna cultura, o en alguna imaginación.
17. Intención – arte – magia.
18. Así todo suena, incluso un río sin piedras.
19. Y dos personas pueden escuchar la misma música.
20. No olvidar: la literalidad mata.
21. Somos seres espirituales.
Lo que no quiere decir que la materialidad sea inválida.
22. Así como algo lindo, muy lindo, puede doler.
23. Y aunque hay ocasiones en las que solo duele: todo es importante, pero no todo es tan terrible.
24. Cuesta verlo a veces, es que no siempre nos damos cuenta del tremendo avance que significa detenerse un momento.
25. Y lo máximo que podemos hacer por el futuro, es ahora.
Lo máximo que podemos hacer ahora, es ser ahora.

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