martes, 3 de noviembre de 2009

Sin que nadie sepas



Había una vez alguien al que no le importaba
y otro al que sí.
Sitúe la situación donde mejor le plazca, en el tiempo que más le acomode, con el clima que mejor considere y en el contexto que crea más apropiado.
Aquí hay sólo una premisa.
¿El resultado?
Simplemente las cosas no resultan
como nadie esperaba.

A nadie le carga esperar, su imaginación es una de las armas de ataque mental menos piadosa que existen dentro de su mundo.
Y su mundo parece girar entorno a los detalles más chiquititos de la vida de otros.

Otros a los que no le importa
otros que no espera
porque simplemente no encuentra la razón para esperar.
Sólo espera que las cosas sean de manera distinta
contraria
de dos lugares diferentes
que no logran volver a encontrarse.

Encuentros que dejan marcados ciertos lugares, situaciones que unos recuerda constantemente y que otros hace lo posible por olvidar.
"Momentos que se transforman en recuerdos que nunca más podrán vivir"
Unos que no quiere y otros que se muere.

Y nadie se da cuenta de nada
y a nada le encanta brillar por su ausencia últimamente
que lo sea todo

Como en algún mínimo momento fue.



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