jueves, 28 de octubre de 2010

Es una época traña

Porque aún no cesa.
Quizás, más adelante
ojalá
espero
que podamos llamarla extraña.
Por ahora, se limita a serlo
tan traña como puede.

Intensa la cabeza
el corazón
y todo lo que de ahí sale.
Pero sale vaporizado,
menos así,
menos como debería ser
o como lo es cuando más se nota.

Nada más que encierros
solitarios.
Porque así
ahí
es donde
y cuando
más se puede intensificar
las cosas intensas.
Los todos intensos.
Los intensos todos.

Y la insoledad
parece no ser la mejor opción.
Porque por ahora, sólo encuentro una
que es mejor ignorarla
o eso creo
aunque no quiera
y seguir soleando.

Una búsqueda a la que no le encuentro razón
pero que se manifiesta de manera tan potente
que obviarla
podría traer consecuencias gravísimas.
De todas maneras
es agradable.
Más es que eso.
Es lo que es
simplemente siendo
y así
es como se llega a la perfección.

Quizás es por toda la perdición
esa que despierta dudas acerca de todo.
Y no solo dudas
también odio
repudio
incluso
desprestigio
y desvínculos.

Son tantas
que son muchas no
ciones
Nada
ciones.
Así, flotando
y molestando.

Y llueve
intensamente
cionamente
desperdidamente.

Y un millón
no
un infinito
(quizás más de uno)
de esos
se va formando.
Infinitos esos
ahí.


Y el vecino
al que algún día me atreveré a hablarle.


.

No hay comentarios.: