domingo, 22 de abril de 2012

Y me gusta la felicidad

Espérame cinco minutos
que mi corazón nunca se había sentido así
y necesita acostumbrarse.

Espérame porque la plenitud me deja petrificada
y debo recuperarme.

Necesito pensar nada más
y acordarme de no pensar tanto.

Espérame
dame tiempo para disfrutar de tu recuerdo en mi imaginación
antes de que llegues realmente a agitarlo todo.

Me encanta pensar en ti.

Hazme un regalo.
Dame tiempo para procesar, para entender.

Espérame cinco minutos
en los que te pueda tener todo para mí sin tenerte realmente.
Cinco minutos ahora para poder tenerte en carne y hueso el resto de los minutos que vengan.

Necesito ese poco de tiempo para regocijarme en esto
que me está matando de novedad
y que me está deshaciendo de placer.

Espérame cinco minutos
que no estoy acostumbrada a esta felicidad.


.

No hay comentarios.: