jueves, 26 de junio de 2008

Me acompleja(s) demasiado

El día comienza cuando
el día comienza cuando quiera
cuando despierto
cuando me baño
cuando como
cuando me veo al espejo
cuando salgo de mi casa
cuando hago algo productivo, no sé.

Puede empezar, por ejemplo, cuando salgo de mi casa,
y me doy cuenta de que tengo pegadísima una canción
y que por casualidad tu nombre se encuentra en la letra
o cuando me veo al espejo y me miro fijamente a los ojos
imaginando que estoy viendo los tuyos
o cuando estoy frente a un plato de lechuga
y tomo el tenedor
y pincho la lechuga
y la acerco a mi rostro
y me doy cuenta de que tiene un pelo
negro
igual que el tuyo
o también cuando me estoy bañando
y pienso que quiero sacarme el olor a transpiración que me quedó del día anterior
para oler bien
igual que tú
o puede ser cuando me despierto
y me doy cuenta de que estoy pensando en ti
siempre
de que mi día no comienza hasta que apareces tú.


.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Dejemos de lado el hecho que a todos nos ha pasado que encontramos en la comida un pelo,
negro.

pero realmente tb lo asocias a él?
ok, nos parecemos más de lo que pensaba ;)

jajaja, besitos chubi.

Josefina Styles dijo...

seh. i cuando te das cuenta que casi ves su cara en las nubes,
que hasta la más minima cosa te recuerda a él,
que incluso mientras conversas con alguien piensas "oh, si él hubiera estado aquí, hubiera dicho tal cosa"...

cuando llego a eso,
empiezo a pensar que necesito terapia.

saludos (:

Anónimo dijo...

y el lo sabe?