miércoles, 4 de mayo de 2011

Y eso que yo nunca he sabido combinar

Muchas, muchísimas cosas buenas
y todo puede resumirse
en que me pones a escribir así nuevamente.
Eso significa muchas
muchísimas cosas buenas.

Que no siempre seas bueno, es increíble.
Que a veces te guste demasiado
quizás no es tan increíble.
Pero que a mí me guste demasiado
que a ti te guste demasiado
sí que es increíble.

Y esclarecedor.
Dentro de lo enormemente confuso que es.
Y fuera de lo premeditado que no es.

Sí.
Significa muchas
muchísimas cosas.
Que probablemente se ajustan a una relatividad idealista.
A la mía, por ejemplo.
Y en tu caso, entonces,
no hay nada
que sea un todo
ni siquiera un poco
para que pueda ser algo.

Esta vez, no estoy segura de eso.
Las últimas veces ha sido evidente.
Quizás de manera humillante,
pero no menos (ir)real.
Ahora puede ser que no.

Algo
que, para variar, no sé qué es,
me dice que en realidad sean máscaras.
Múltiples,
para cada ocasión.
Pero que en realidad
allí debajo
podemos conjugar.


.

No hay comentarios.: