miércoles, 26 de septiembre de 2007

Porque aún me duele

Perdón.
Perdonado.
¿Por qué?
Porque sí.

No.
No me sirve.
Eso de perdonar porque sí, sólo para no estar enojado; no, no me sirve.
Uno no se enoja con un propósito, no se enoja para odiar, no se enoja para sentir ni desear mal.
Enojarse es una reacción prácticamente inconsciente que tenemos cuando por ejemplo, nos hieren.
"A fin de cuentas, no importa el daño hecho, sino el dolor sufrido."

O sea, uno no se enoja porque le hicieron algo, uno se enoja porque ése algo le afectó.
Por lo tanto, uno no decide cuándo se le pasa el enojo, uno no decide cuándo perdonar.
Desgraciadamente, como casi todo, es cosa de tiempo.
Para perdonar se necesita que pase el tiempo, ya que al pasar éste, uno va "olvidando", va restándole importancia al hecho ocurrido, va olvidando el dolor sufrido, y todo va volviando a su curso "normal".

Perdón.
No.
¿Por qué?
Porque aún no se me olvida, porque aún me duele.

No hay comentarios.: