lunes, 1 de diciembre de 2008

Acerca del cinismo del que siempre soy parte

Yo no odio el cinismo, es más, me ha salvado de bastantes malos ratos, pero aun así, viéndolo externamente, no sé cómo dos personas pueden convivir aguantándose toda la mierda que en realidad quieren decir por dentro, ésto, tapándolo con sonrisas falsas y conversaciones incómodas, pero que son incómodas sólo hasta que el ambiente se acostumbre al cinismo, porque de ahí en adelante pasa a ser algo normal, la realidad actual copiada de la pasada.
Y bueno, con el cinismo sí se puede convivir, sí se puede utilizar, sí se puede manipular, sí se puede acostumbrar.
Pero aun así, no creo que es el mejor elemento salvavidas dentro de una amistad.



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